Es complejo mirar a todos lados y darse cuenta que las cosas te las han derrumbado, aun así te debes sentir fuerte y proseguir, volviendo a edificar, pero con más refuerzos, dándole vida a la materia inútil que ha caído en el suelo. Siento que es como cuando un ave hace su nido, al nacer sus pichones ella cuida de estos con su vida, porque son seres amados, así cómo las relaciones que forjamos con personas importantes a diario, nosotros cuidamos a quienes entran en nuestro corazón. A pesar de esto, siempre habrá un tercero que quiera hacer daño, en este caso, un gato querría robarle la vida a un pichón y luego destruir la familia que la avecilla forjó con tanto trabajo, desde construir el lecho de nacimiento hasta alimentarlos día a día. El félido se lleva con el parte de la vida de esta ave, aun así ella sigue el vuelo.
¿Sabías que las aves lloran?, sí y quizás ella quiera emprender el vuelo y llegar tan lejos que solo el mar sea el destino de sus lagrimas. Pero ¿Qué hay de tus lágrimas?, demuestran tu debilidad o quizás tus ganas de dejar fluir todo para volver a comenzar, pensemos en que la debilidad va de la mano con la fortaleza, cuando te sientes débil debes hacer hasta lo imposible por armarte de fuerzas y dar paso a paso en la batalla. Si no se es débil, no se puede ser fuerte.
Ni un ser te obligará a mantenerte firme pese a la adversidad, sin embargo, tu misma diariamente inculcarás dentro de tu corazón y mente, que debes estar estoica y ser como el junco que aunque lo aplasten una y otra vez, siempre seguirá erguido. Quizás esa será tu meta, pero deberás ser cautelosa pues la meta final es una sonrisa sin miedo a que todo lo vuelvan a derrumbar. Cuesta sonreír desde el corazón, y sentir la sonrisa en cada uno de tus poros, pero es a donde hemos de llegar, cuando abandonamos la debilidad, la tristeza, el pesimismo, cuantas cosas. Lo importante es querer mirar al cielo y reír, por sentirte única, libre y sin miedo a un derrumbe de sueños, de castillos, de esperanzas.
La pequeña Princesa ha construido su castillo, lo han querido tirar a bajo una y otra vez, pero ella continua arduamente con su construcción, y el príncipe la acompaña y brinda todo su apoyo, para que aquel castillo no quede solo en una vana edificación , sino que sea el lecho de vida, cómo lo era el nido para las aves, un lugar donde la princesa y el príncipe olvidarán a los que puedan destruir tan hermosa estructura, y comenzarán a cuidar de sus pichones, y estarán atentos y firmes ante cualquier adversidad. Dejarán que la debilidad llegue solo por unos instantes para crear la barrera de fuerza más fuerte de todas. Juntos lo pueden lograr, y así no tener necesidad de ponerse bajo la lluvia mientras lloran, para que sus lagrimas no se vean y no caigan al suelo desde donde no volverán.
¿Sabías que las aves lloran?, sí y quizás ella quiera emprender el vuelo y llegar tan lejos que solo el mar sea el destino de sus lagrimas. Pero ¿Qué hay de tus lágrimas?, demuestran tu debilidad o quizás tus ganas de dejar fluir todo para volver a comenzar, pensemos en que la debilidad va de la mano con la fortaleza, cuando te sientes débil debes hacer hasta lo imposible por armarte de fuerzas y dar paso a paso en la batalla. Si no se es débil, no se puede ser fuerte.
Ni un ser te obligará a mantenerte firme pese a la adversidad, sin embargo, tu misma diariamente inculcarás dentro de tu corazón y mente, que debes estar estoica y ser como el junco que aunque lo aplasten una y otra vez, siempre seguirá erguido. Quizás esa será tu meta, pero deberás ser cautelosa pues la meta final es una sonrisa sin miedo a que todo lo vuelvan a derrumbar. Cuesta sonreír desde el corazón, y sentir la sonrisa en cada uno de tus poros, pero es a donde hemos de llegar, cuando abandonamos la debilidad, la tristeza, el pesimismo, cuantas cosas. Lo importante es querer mirar al cielo y reír, por sentirte única, libre y sin miedo a un derrumbe de sueños, de castillos, de esperanzas.
La pequeña Princesa ha construido su castillo, lo han querido tirar a bajo una y otra vez, pero ella continua arduamente con su construcción, y el príncipe la acompaña y brinda todo su apoyo, para que aquel castillo no quede solo en una vana edificación , sino que sea el lecho de vida, cómo lo era el nido para las aves, un lugar donde la princesa y el príncipe olvidarán a los que puedan destruir tan hermosa estructura, y comenzarán a cuidar de sus pichones, y estarán atentos y firmes ante cualquier adversidad. Dejarán que la debilidad llegue solo por unos instantes para crear la barrera de fuerza más fuerte de todas. Juntos lo pueden lograr, y así no tener necesidad de ponerse bajo la lluvia mientras lloran, para que sus lagrimas no se vean y no caigan al suelo desde donde no volverán.
gracias!!! que lindo!
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