Mentiras.-

Creo que la vida hoy me enseñó que el tiempo se acaba, que las oportunidades se van con el viento, tal como las hojas se pierden, después que caen y se van en otra dirección. A pesar de las palabras verdaderas que suenan suaves y dulces, aun hieren las palabras que no se avergüenzan de las mentiras que forman y llegan a ser tan fuertes y tan destructivas que te hacen olvidar lo que significa sonreír.

Aunque no anhelemos las mentiras que van y vienen, siempre están de la mano con el respirar cotidiano. ¿Y las promesas?, que hermosas pueden llegar a ser cuando salen de los labios de las personas que mas queremos, que nos prometen amarnos, ser leales, ser sinceros o tal vez no abandonarnos en el correr del tiempo, pero en el momento que comienzan a ser solo promesas el corazón empieza a apretarse, las lagrimas brotan sin encontrar la meta para acabar la carrera en descenso, y las ganas de seguir adelante se ven truncadas por no saber que vendrá mas adelante, para ti, para mi y quizás cuantos más.

Como duelen las mentiras, el mentirse a uno mismo por el temor a la verdad, esa odiada pero a la vez amada verdad, mentiras que flotan por los aires, dejándose caer en cada oportunidad que tienen, para destruir, o inocentemente para salvar algo, que con el tiempo puede ser hecho trizas. Preguntarse o cuestionarse si utilizarlas o no, es algo inútil, aunque no queramos que estén entre nuestros labios, ahí están siempre.

Querer continuar con una de ellas a nuestro lado es opcional, sabiendo que el convertirla en verdad puede dañar aun más. Alivio, tranquilidad, tristeza y descontrol al momento de descubrir que todo fue un engaño. Cuando somos nosotros que las utilizamos nos carcomen el corazón, nos tapan las vías respiratorias y a menudo sentimos que vamos a explotar.

Suspiros interminables, buscando la oportunidad correcta para comenzar el viaje a lo verdadero, ese viaje, que muchas veces, no decidimos viajar. Dejamos pasar el tren, y luego nos tiramos al anden, llorando, sin saber como terminar con algo que solo uno tiene conciencia de como empezó, pero el tren se ha ido y es muy tarde para lamentar.

Mentiras piadosas, que va, es mentira o es verdad., que fácil suena, que fácil es comenzar con ellas, pero que diferentes finales con la mentira podemos hallar, en el amor, desamor, en la amistad, enemigos, en la familia, soledad. Con la verdad muchas veces felicidad o tal vez, las mismas cosas que con la mentira pero de todos modos, tu estas tranquilo, la verdad duele, pero es la realidad que no todos afrontamos, eso es lo certero, lo que nada puede tapar.

Todo a su momento, pero buscando el instante dejamos pasar el tiempo, y ese tren, que ya mencioné.

- A veces, quisiera regresar el tiempo, tomar el tren y volver a empezar, sin lagrimas, sin mentiras, o mejor aun, sin mi.